Si usted es un alto ejecutivo de Boeing que sienta a negociar la venta de aviones con Michael OâLeary, el CEO de Ryanair, tiene que hacer antes un cursillo. Porque delante no tiene a un empresario normal sino a un sujeto raro, especial, llamativo, que siempre busca ganar. (Ryanair ve peligrar su verano por los retrasos de Boeing)
Boeing ha de negociar sabiendo que las negociaciones se van a romper muchas veces. Y que cada dÃa Ryanair hará declaraciones en las que anunciará que el mundo se va a acabar antes de que acepte precios estratosféricos, en referencia a los mejores del mercado. Y ha de entender que toda esa exposición pública puede tener lugar al mismo tiempo que las negociaciones avanzan cómoda y normalmente.
El acuerdo anunciado este martes lleva años cocinándose. En septiembre de 2021, por ejemplo, OâLeary abandonó a Boeing con un portazo: eran años negros para Boeing porque el 737 estaba en tierra tras dos accidentes trágicos. Se supone que el lÃder de la irlandesa se ofreció a comprar aviones en ese momento, pero a precio de saldo, como habÃa hecho en 2001, tras la caÃda de las Torres Gemelas. Se marchó y empezó a dejarse ver con directivos de Airbus, mucho menos dispuestos a aceptar esta escenografÃa. (Ryanair cierra un pedido histórico de 300 Boeing 737 MAX)
Meses después, sin tanto ruido, âestamos hablando de nuevoâ, dijo OâLeary al sentarse con Boeing otra vez. Pero añadió que âestas conversaciones no van a ningún lugarâ, para que no se calmen las aguas. Siempre ha de haber movida, el fabricante americano siempre se tiene que sentir acosado.
La cuestión es que Boeing no cedió. O no cedió tanto como querÃa OâLeary, porque los 40 mil millones anunciados ayer, correspondientes a los precios de catálogo, son una ficción. Pero el descuento no habrá sido escandaloso porque esta vez no sólo Boeing necesita a Ryanair, sino que también Ryanair necesita a Boeing: la low cost no quiere dejar pasar la oportunidad que tiene delante de aprovechar su presente potencial financiero y expandirse, para lo que necesita aviones.
Como iban las cosas, si no cerraba el acuerdo, las entregas se van a ir retrasando. Ahora mismo, OâLeary dijo que hasta 2026 tiene aviones. Pero las entregas, tras los pedidos de la India, por ejemplo, pueden retrasarse más y es difÃcil para Ryanair soportar un colapso en su crecimiento por falta de aviones. De manera que Ryanair no ha podido presionar tanto porque necesitaba de Boeing.
Hay otro problema muy importante que Ãlvaro Middelmann, ex delegado de Air BerlÃn en España, explicó en su momento. Esta era una compañÃa Boeing, pero un dÃa, por una oferta atractiva, cambió a Airbus. Middelmann cuenta que eso fue una sangrÃa de dinero porque supuso modificar hábitos y culturas acumuladas durante años, que arraigan profundamente. Esto atrapa a Ryanair con Boeing, porque los costes del cambio no son menores.
Además de aviones para crecer, la compañÃa deberÃa ir pensando en renovar algunos de los cuatrocientos 737-800, que ya van entrando en años. De forma que necesita más y más aviones. 300, desde luego, parecen muchos. Pero es que Ryanair hoy ya opera 500. La única de Europa que se mueve a estos niveles estratosféricos.
Los términos absolutamente verdaderos del acuerdo de este martes no se conocerán nunca, pero de los análisis de la contabilidad se podrá deducir algo que más o menos será lo siguiente: gran precio, pero no ganga escandalosa como en 2001. En todo caso, sà Ryanair se garantiza trato preferente en todo, porque para algo es el primer cliente Boeing de Europa.
Entrado en años? Mira macho....pon cuantos años tiene el más antiguo que tiene volando y nos reÃmos todos
Don Ãlvaro lo explico muy bien están condenados a triunfar o morir con Boeing ,cambiar a cualquier otro 500 aviones es un suicidio financiero, lo que no avala la bondad de la aeronave es seguir o empezar de nuevo