El colectivo de la izquierda independentista catalana Arran, vinculado a la CUP y autora de ataques fÃsicos contra los turistas, colgó hace unos dÃas bajo la Catedral de Palma de Mallorca una pancarta que ponÃa âBasta del turismo masivo; empresarios turÃsticos: culpablesâ.
Las fuerzas polÃticas de izquierda como el PSOE y las independentistas como Més âpartido pancatalanista de Baleares que tienen a su cargo la vicepresidencia turÃstica del gobierno autonómicoâ no hicieron por retirar la pancarta aludiendo a la libertad de expresión.
Esta postura llevó a concluir que quizás ambas ideologÃas no quieren molestar a sus bases más radicales por miedo a que les llamen traidores, y además podrÃa convenirle que se culpe a los empresarios turÃsticos de la masificación que este año está siendo menor.
¿Quién es el culpable de la masificación turÃstica en Baleares? Este fenómeno cobró especial virulencia hace tres años, coincidiendo con el auge del Airbnb, en especial en la capital del Archipiélago, Palma, con lo que se mezclaba a residentes con turistas en los mismos edificios.
¿A quién le corresponde garantizar el cumplimiento de las leyes y legislar a favor de los residentes? Las peores consecuencias que ha traÃdo el turismo masivo que denuncian en Arran las han sufrido los vecinos baleares con la inflación en el precio de la vivienda tras el boom de Airbnb.
Los gobernantes del Archipiélago, una mezcla de PSOE, Podemos y Més, no han llegado a tomar hasta el momento, pese a los anuncios, ninguna medida para frenar este incumplimiento de los planes urbanÃsticos en los que existen zonas para residentes y otras para turistas.
El Ayuntamiento de Palma fue la más contundente en sus palabras, diciendo que prohibirÃan el alquiler, pero finalmente aún no lo han llegado a aplicar, pese a ser la zona más afectada de incumplirse los usos definidos de áreas residenciales, turÃsticas, industriales o rústicas.
Parece claro por tanto que quienes más culpa tienen en este descontrol que ha disparado la masificación âcriticada por los hotelerosâ son los polÃticos encargados de vigilar el cumplimiento de las leyes, aunque algunos colectivos como Arran parezcan querer distraer la responsabilidad de ellos.
La izquierda y los independentistas por tanto no parecen haberse sentido incómodos con este mensaje que les descarga de culpa y se la traspasa a los empresarios, y con ello se aventura que en las próximas elecciones municipales y autonómicas la batalla contra el sector privado puede ser una de las claves.
que alegria de pais ....quiero irme de este antro y no volver mas