Cuba: ahora o nunca

El acercamiento es continuo, imparable. Algunos del ala radical del republicanismo americano -no todos- aún se resisten a aceptarlo, pero ya no hay marcha atrás.

Tras más de 53 años de bloqueo económico, EE.UU. está dispuesto a cambiar la estrategia del aislamiento por la más que solicitada "infiltración cultural". Tras más de 56 años de revolución, Cuba se resigna a aceptar que una Revolución "bloqueada" no es viable económicamente.

La flexibilización del bloqueo aún vigente, conlleva no solo medidas estrictamente fiscales y macroeconómicas -como el aumento de las remesas de 500 a 2.000 USD- sino también asociadas obligatoriamente al sector turístico. Las doce categorías de colectivos autorizadas a viajar - la más importante: visitas familiares- así como la reciente autorización a los operadores para la conexión de ambos países (por ahora al menos 4 compañías de ferrys y una de Cruceros: Carnival) promete a medio plazo un aumento más que considerable de los 170.000 viajeros estadounidenses oficialmente autorizados a viajar a la isla en 2014 (menos del 6% del total del visitantes)

Por otra parte, las modificaciones de las leyes cubanas con respecto al autoempleo (cuentapropistas en el argot isleño) aprobadas en 2011, han propiciado cerca de 400.000 empleos, especialmente en el sector hostelero -los llamados paladares, tiendas de refrescos y pizzas de las zonas turísticas y por supuesto los taxis "clásicos"- todo un alivio para la microeconómica de la isla.

- ¿Está CUBA preparada para absorber un mercado deseoso de visitar la isla?-

Mientras que en España el "destino Cuba" ha ido perdiendo fuelle en los últimos años dejando paso a otros productos caribeños, hay que itir que para los operadores americanos la situación no puede ser más distinta. La apertura de Cuba al turismo norteamericano es como haber descubierto un paraíso perdido en la puerta de casa, el último gran paraíso aún por descubrir para el gran público americano. Aun suponiendo que el americano medio (más Gloria Stefan) se resista a pisar la isla "comunista", hay casi cuatro generaciones de Cubano-americanos deseosos de pisar su "tierra prometida", añadiendo a estos la masa de turistas de alto nivel socio-económico del país que ya da muestras de interés por el destino.

Esta potencial demanda, deberá ser absorbida por una infraestructura hotelera que en la actualidad se compone de 61.200 habitaciones, siendo el 66% de ellas en alojamientos de 4 y 5 estrellas,  y no hotelera (Airbnb ya dispone de más de 1.000 camas en la isla). Dicha infraestructura, de capital público-privado como es ley en la isla, está más que nunca necesitada de inversión y reformas, así como de una capacidad de gestión profesional adecuada.

No es de extrañar, por tanto, los últimos pasos de La Habana para la firma de contratos de gestión realizados a principios de este año con cadenas internacionales como Gaviota Tours o Warwick Internacional para la gestión de Balnearios y hoteles de lujo, así como la introducción en el país de nuevas cadenas hoteleras, todo ello al calor de la nueva ley para la inversión extranjera, aprobada en 2014.

En cuanto a la operación aérea, Tanto American Airlines - que ya fleta 20 aviones semanales- como el resto de grandes aerolíneas ya han mostrado su interés en fijar "tan pronto como sea legal" itinerarios fijos a la isla.

- Perspectivas para el resto de mercados -

Todo esto nos lleva a plantearnos el futuro del resto de mercados emisores a la isla -España, Canadá, Alemania...- que en los últimos años se ha calificado casi "de saldo" y sin embargo, en un plazo razonablemente corto dejará, previsiblemente, de ser así.

En un juego económico clásico de oferta y demanda, la tendencia será alcista en precios de alojamientos y por ende, en paquetes -en torno al 20% según fuentes del sector- y, aunque en Cuba el juego económico clásico no se conoce, nada induce a pensar que el gobierno de La Habana se mantendrá "comunista" ante tal avalancha de divisas que se espera.

Por tanto, y aprovechando los procedimientos político-burocráticos, rencillas partidistas y elecciones presidenciales que quedan por llegar, visitar Cuba a precios razonables es ‘Ahora o Nunca’.