Estalla la batalla del Atlántico Norte

Norwegian, la aerolínea low-cost nórdica, está provocando pánico entre las 'grandes' operadoras americanas y británicas, por su irrupción en uno de los mercados más rentables, el que enlaza Londres con Nueva York. Esa línea, una de las mejores en el mundo en cuanto a demanda, está hoy en manos de United, British Airways, American, Delta y Virgin Atlantic. Todas son compañías tradicionales que, en su mayor parte, ya han sufrido los embates de sus competidoras low-cost en sus respectivos ámbitos locales. De hecho, Southwest o Jetblue, por ejemplo, han cambiado el panorama del sector de la aviación dentro de los Estados Unidos como, a su modo, Easyjet y Ryanair han hecho lo propio en Europa.

Pero los nervios vienen porque el pastel trasatlántico, que seguía siendo la mina que explotan estas 'grandes', tiene ahora un desafío nuevo, no por anunciado menos molesto: Norwegian. La aerolínea escandinava, que ya está operando con muy pocas frecuencias semanales, parece que va muy en serio, por dos movimientos que ha hecho y que son los que provocan verdadero temor en la industria tradicional: en primer lugar, alquilar cuatro aviones más del modelo más competitivo del mercado, el B787, que tienen un consumo de combustible que el fabricante estima un 25 por ciento inferior al de los aviones actualmente en uso (fundamentalmente B747, B777 y B767); en segundo lugar, porque la aerolínea noruega ha establecido base en Irlanda, donde los costes operativos son muy inferiores a los escandinavos.

Hasta la fecha había habido muchos anuncios de compañías de low-cost diciendo que irrumpirían en el mercado de largo recorrido. Incluso el primer gran 'rompedor', Laker, se lanzó a operar en este recorrido, lo cual las líneas aéreas tradicionales no olvidarán por el impacto tremendo en sus cuentas de resultados. Pero últimamente, lo único que ocurría era que cada poco el director general de Ryanair, Michael O'Leary, anunciaba su entrada en el largo recorrido (ahora que ha hecho la promesa de ser modosito, se supone que no hará más anuncios irrealizables), lo cual nunca se tradujo en nada concreto.

Pero Norwegian no parece tener dudas. Hoy tiene tres vuelos semanales a Nueva York, dos a Florida y uno a Los Angeles operados con los tres B787 que ya tiene (además atiende servicios a Escandinavia). Aún se trata de un ataque que aún no se notará en las cuentas de las 'grandes', pero en la medida en que se incorporen más y más aviones, el roto puede ser significativo. Y todos recuerdan cómo también al principio despreciaron el desafío que suponía Easyjet o Ryanair.

2015 parece que será el año en el que la batalla del Atlántico Norte podrá verse en toda su dimensión.