La quiebra de touroperadores se concentra en los grandes viajes

Desde que a finales de 2011 Nobeltours echara el cierre otros muchos mayoristas especializados en viajes de larga distancia han seguido el mismo camino acuciados por el parón de ventas y sobre todo por la reducción cada vez mayor de los márgenes que dejan este tipo de productos.

La última de la larga lista ha sido Angalia Tours a la que su actual propietario, el Fondo de Garantía de Depósitos, ha decidido dar carpetazo después de 14 años en funcionamiento. Otros como Kuoni no llegaron a cerrar su división en España pero sí la pusieron a la venta. Ahora, tras llegar a un acuerdo con la matriz suiza, es el equipo directivo que encabeza Carlos López quien se hace cargo de Kuoni España.

            

De los grandes grupos turísticos, tras el cierre de Kirunna (Orizonia), que en 2010 facturó 30 millones de euros, solo quedan en el mercado Latitudes, del grupo Globalia, que va a más, tras ingresar unos 14 millones de euros moviendo unas 7.000 plazas, y LaCuartaIsla, de Barceló, que lleva algo más de un año en funcionamiento.

En el sector reconocen que los grandes viajes “se están resintiendo”, en especial aquellos que están muy especializados en un único destino, “que son los que lo llevan peor”. Eso no quiere decir, sin embargo, que los que ofertan varios lugares de vacaciones no sufran dificultades aunque sí es cierto que “sobreviven mejor”.

El problema es que con la crisis los clientes han reducido el número de días de viaje, pasando por ejemplo de quince a solo ocho, lo que sin embargo no se traduce en una reducción de los costes puesto que es necesario “seguir contando con personal cualificado, corresponsales en el destino, traslados individuales, etc…”. Por otro lado, la subida de las tasas aeroportuarias que encarecen aún más el paquete hace “casi insostenible” este tipo de viajes.

Todos estos factores han llevado a los mayoristas de grandes viajes a tirar de sus propios márgenes para ser competitivos y atraer al cliente, tal y como reconocen las fuentes consultadas que aseguran que “los márgenes se vienen usando desde hace tiempo para hacer descuentos”.

Así las cosas, los touroperadores que sobreviven “resisten aunque con ajustes”, y se han visto obligados a tomar medidas ante la caída del consumo que merma sus cuentas de resultados. Por ejemplo, Catai Tours, que optó por aplicar un Expediente de Regulación de Empleo Temporal para el 16 por ciento de la plantilla con una duración de entre tres y ocho meses. Otros mayoristas, como Nuba, han perdido alguna de sus sucursales.   

Los grupos a quienes se han ofrecido touroperadores de grandes viajes han rechazado en los últimos tiempos poner el dinero suficiente para salvarles, pues “sale más barato empezar uno desde cero”. Los socios de alguno de los actores que quedan en el mercado, así, llevan muchos meses intentando sin éxito deshacerse de sus participaciones, que compraron a un alto precio en los años boyantes.