Exceltur advierte del efecto nocivo que está suponiendo la proliferación de medidas impulsadas por gobiernos locales y autonómicos para tratar de limitar la actividad turÃstica.
El lobby muestra su preocupación por la implementación de planes âsin un diagnóstico preciso que permita identificar claramente cuáles son las causas subyacentes de los problemas y desafÃos de diferente naturaleza que afectan a nuestros destinos y sus sociedades, muchos de ellos no atribuibles de forma preeminente a la actividad turÃsticaâ.
En este sentido, lamenta que algunos gestores públicos están planteando âtratamientos de choque desorientados y, en algún caso, discriminatorios, tan dirigidos a responder a una parte de la opinión pública como poco eficaces en la resolución de los mismosâ.
Exceltur se muestra especialmente crÃtico con las medidas implementadas por los gobiernos de Baleares, Cataluña e Ibiza.
Sobre el primero, denuncia que el reciente decreto turÃstico sobre viviendas vacacionales, impulsado con la excusa de contener la oferta, ha dado pie âa la regularización masiva de plazas de alquiler turÃsticoâ, lo que traerá consigo más presión para las islas (Baleares: luz verde al plan que liberará 90.000 plazas desfasadas).
En relación a Cataluña, muestra su rechazo a la decisión de la Generalitat de incrementar la tasa turÃstica, asà como al hecho de que se destine parte de lo recaudado a financiar polÃticas de a la vivienda. Según expone, con ello âse desvirtúa la finalidad del impuesto, como si lo recaudado fuera a ser suficiente para revertir un problema de la magnitud del de la carestÃa vivienda socialâ (Cataluña pospone el incremento de la tasa turÃstica).
En esta lÃnea, Exceltur señala también a aquellos grupos polÃticos que han planteado la creación de nuevos impuestos turÃsticos para financiar gastos de servicios públicos en destinos tan consolidados como Sevilla, Cádiz, San Sebastián, Salou o Málaga.
Por último, carga contra la decisión del Consell de Ibiza de promover una ley contra la saturación turÃstica consistente en limitar el número de vehÃculos que los turistas pueden desembarcar, cuando éstos apenas representan el 1,5% de la flota local, asà como limitar el número de coches de alquiler, cuya flota no supera el 10% del total que circulan por la isla (El rent a car lleva a los tribunales las restricciones en Ibiza).