El mismo dÃa en que IAG, el grupo de British Airways e Iberia, presentaba una mejora notable en sus resultados económicos, espectacular en el caso de la filial española, Air KLM anunciaba que sus pérdidas habÃan sido en el primer trimestre de este año de 306 millones de euros, por encima de las estimaciones de los analistas y apenas un 13 por ciento por debajo de las del mismo periodo del año pasado, que estaba aún dominada por la variante sudafricana del Covid (Air -KLM deja atrás la crisis y gana más de 700 millones en 2022).
Eso ocurrió a pesar de que la facturación sà aumentó un 42 por ciento, hasta los 6.300 millones, de lo que el grupo se siente muy satisfecho.
Una cosa que ha cambiado notablemente respecto de la situación anterior a la pandemia es que esta vez las pérdidas se reparten casi a partes iguales entre Air y KLM, que perdió 128 millones de esos 306. Históricamente, KLM ganaba dinero mientras Air perdÃa. Incluso en 2022, KLM habÃa ganado en este periodo una pequeña cantidad.
Benjamin Smith, como es lógico, buscó mostrar lo positivo, que también lo hay: las ventas van muy bien y es prácticamente seguro que este verano habrá beneficios netos. âLas reservas âdijoâapuntan a una temporada muy buena en toda la redâ. Atribuyó no haber alcanzado los objetivos a la inflación resultado de la guerra de Ucrania, al aumento de los costes de handling y a algunos gastos generales.
La compañÃa redujo de 100 a 95 por ciento su previsión de oferta de asientos para este verano respecto de 2019.
El valor cayó de 1.49 euros a 1.41, para después recuperarse parcialmente. Hace sólo tres dÃas cotizaba a 1.62.
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