La agencia de colocación que es en esencia en lo que se ha convertido el gobierno Sánchez, nos ha asombrado en los últimos dÃas con el nombramiento de una polÃtica cuasi profesional como nueva presidenta de la llamada âMarca Españaâ que es algo asà como la nada, ahora con un coste considerable para el contribuyente.
En efecto. La âMarca Españaâ como programa no ha funcionado nunca. Es verdad que Carlos Espinosa de los Monteros no cobraba nada y tenÃa un currÃculum profesional impresionante. Pero son muy pocas las cosas que se pueden sustanciar durante su estancia en esa SecretarÃa de Estado.
Ahora, el presidente Pedro Sánchez ha decidido colocar a una amiga personal, Irene Lozano, que se habÃa quedado compuesta y sin novio, después de que en el PSOE âbásicamente el andaluz- le pusiera la prueba después de que durante su militancia en UPyD criticara con dureza la corrupción de este partido en AndalucÃa.
Conozco personalmente a la señora Lozano. Le tengo afecto y simpatÃa personal. Pero eso no me reprime a la hora de criticar un nombramiento con sueldazo, coche oficial y prebendas varias. ¿HacÃa falta? Evidentemente, no. Pero Sánchez cubre de ese modo un compromiso personal con la ex diputada.
Sin estar de acuerdo en el nuevo insulto a los contribuyentes âal final muchos loros comiendo chocolate nos llevan a la ruina de las cuentas públicas- quiero hacer de la necesidad virtud. Con afecto le digo a la señora Lozano que no se engañe. La âMarca Españaâ por excelencia es el turismo. Lo estamos viendo ahora tras la enorme tragedia de Mallorca. Los grandes rotativos y las más importantes televisiones del mundo, con especial énfasis en los medios europeos, dan cuenta de cómo se gestiona una catástrofe natural y cómo se atiende a sus compatriotas alemanes, británicos, ses, holandeses, etcâ¦en un destino señero del turismo europeo como es la isla balear.
Es el turismo, señora Lozano, lo que da sentido a eso que se ha dado en llamar âMarca Españaâ. De modo y manera, que harÃa bien la nueva y flamante Comisaria de la Marca en coordinarse con la SecretarÃa de Estado para el Turismo donde habita una mallorquina que hasta el momento está tan silente como desaparecida. Los millones de turistas que visitan cada año nuestro paÃs âdicen que cada vez menos-son los que boca a boca, gesto a gesto, dan cuenta en sus paÃses cuando regresan de las bondades o desastres de un viejo paÃs, acogedor por excelencia, y ello es más importante que todas las campañas o campañitas que agostan el erario público.
De modo y manera, que ya que estamos en el gasto, téngalo bien presente doña Irene Lozano. El turismo. Yo sé que es usted una lega en la materia pero tiene la suficiente inteligencia como para estudiar a fondo el asunto y ponerse a trabajar ahora que no tiene que hacer cola en el autobús para ir a su trabajo.
Como decÃa antes conozco a Irene. Por eso, no creo, ni quiero creer, que sea tan estulta como para dar pábulo a la cantidad de estupideces que desde la nada se dedican a poner palos en las ruedas de la gran industria nacional, y al paso que vamos, la única que sobrevivirá en una nación que desprecia cuanto ignora.
cada pueblo tiene lo que se merece