Santiago Cabré es un cualificado profesional de la hotelerÃa española. Su currÃculo en destacados hoteles asà lo atestigua. El último puesto relevante que desempeñó fue el de director general de hotel del BahÃa del Duque. De este establecimiento que fue santo y seña del turismo vacacional se marchó hace poco y ahora pone rumbo a China. Pero su salida no ha sido nada plácida sino que estuvo salpicada de episodios esperpénticos. En especial el protagonizado con una de las hermanas Zamorano, la mayor, la más guerrera.
El episodio vivido por Cabré con esta Zamorano de armas tomar, una mujer que en la época dorada del establecimiento se llegó a encarar por cuestiones nimias con el empresario hotelero más poderoso y decano del turismo, es digno de una obra vodevilesca. Un sainete de Oscar. Y acaeció en las pasadas Navidades, el fin de año. En una decisión surrealista, la dueña del hotel le llegó a pedir al ejecutivo, mediada la noche y molesta con los ruidos, que desalojara a todos los clientes. Sin más explicaciones que por las molestias que causabanâ¦
Cabré, un profesional forjado en hoteles como el Hesperia Madrid y el Meliá Don Pepe y con estudios en Cornell, logró calmarla y, sobre todo, convencerla del desatino que suponÃa esa medida sin sentido y del todo absurda, tomada además en temporada de alta ocupación. El directivo catalán no utilizó ni el calificativo desatino ni otros parecidos, sino que hizo hincapié en el daño que le podÃa causar al hotel, a su reputación, a la sociedad propietaria. Ese dÃa Santiago Cabré, quien habÃa llegado al hotel en 2008, cavó su tumba en Casa Zamorano.
Cabré ha defendido la empresa con denuedo y hasta el último minuto. Nadie le podrá decir que no ha dado la cara por el BahÃa del Duque. Pero ha conocido de cerca cómo se las gastan estos Zamoranos que nada tienen que ver con los otros Zamoranos que hasta que fueron defenestrados situaron al hotel en lo más alto del ranking de la hotelerÃa española. Ahora desde China, desde la cadena Wanda, la de los propietarios del edificio España, Cabré verá el turismo español y sus especÃmenes desde la perspectiva serena que genera la lejanÃa.
Si es cómo dice el artÃculo, la tal señora tiene los dÃas contados como rica, seguro 100% que lo que tiene lo habrá heredado o recibido todo, y morirá pobre (de no ser que se muera durante los próximos dos o tres años) y echando la culpa al mundo de sus desgracias. Ni la Hilton (hija) es tan torpe. La actitud de la persona descrita en este artÃculo es incompatible con los negocios.