El mejor cliente del turismo

A ustedes no les sonará de nada (a mí tampoco, hasta ahora), pero si trabajan en el mundo del turismo, deberían conocer al que probablemente haya sido el mejor cliente que este sector haya tenido jamás: se llama Li Jinyuar, y es un multimillonario chino, propietario del grupo Tiens, una compañía que tiene 12.000 trabajadores (quizás lo que en China llamarían una pequeña empresa).

¿Por qué este hombre es el primer cliente turístico que se recuerde? Simplemente porque acaba de gastar 33 millones de euros en un viaje de cuatro días a París y el sur de Francia para 6.400 trabajadores de su empresa, la mayor parte de ellos empleados en las instalaciones chinas de la compañía.

El empresario reservó todas las plazas de 140 hoteles parisinos, compró todas las excursiones existentes para visitar la capital sa, incluyendo el Louvre y la Torre Eiffel, y reservó 7.600 asientos en el Tren de Gran Velocidad Francés (TGV) para que vayan a la Costa Azul. El 'Moulin Rouge' parisino, como se imaginan, estuvo ocupado durante infinidad de sesiones, aunque no se ha informado de que haya sido necesario contratar artistas adicionales. En cambio, la compañía de trenes sa, ante tal demanda, tuvo que añadir trenes a sus servicios y contratar trabajadores extras para tan excepcional momento en la estación de Lyon, desde donde parten los trenes al sur.

No digamos el movimiento de aviones que protagonizó nuestro gran empresario, que probablemente colapsó las rutas aéreas entre China y Francia tanto en un sentido como en el otro, en los momentos de las operaciones.

En Cannes, los chinos, que disciplinadamente iban detrás de un paraguas azul, y vestían gorritos azules, alquilaron 140 buses para la excursión por la ciudad, con lo que probablemente muchos otros turistas sufrieron cierta escasez de transporte. En todo caso, como se ve en las fotografías, no pasaron desapercibidos.

Como ven, la prioridad china, cuando se trata de valorar Europa, no es España. Habría que ver si podríamos quedar en segundo lugar. Incluso quizás no podríamos contentar si llegáramos al tercer puesto.