Acaba de hundir una aerolínea y busca dinero para crear otra

Skúli Mogensen sería en Islandia lo que en España es el club de fútbol Alcoyano, que perdía los partidos por 5 a 0 y pedía al árbitro el tiempo de descuento. Ustedes lo conocen a Skúli Mogensen: fue el director general de Wow, la aerolínea islandesa que dejó de volar hace un mes porque se quedó sin recursos; y lo conocen también porque, estando al borde de la ruina, en declaraciones públicas explicaba cómo evitar que Norwegian se hundiera.

Mogensen es un crack, con lo que hoy llaman resilencia, que es como una resistencia pero en fino. Porque ahora se ha lanzado a buscar inversores para volver a fundar una aerolínea bajo el mismo modelo que Wow. Tan parecida sería la nueva aerolínea que compraría los cacharros que Wow tenía y no ha podido vender, como equipos de handling u ordenadores y mobiliario. La aerolínea se lanzaría con cinco aviones que serían cuatro Airbus 321neo y un A320neo. Para esto Mogensen busca 40 millones de dólares. El inversor, por la gracia de Mogensen, sería el propietario del 49 por ciento de la compañía mientras que el 51 sería para Mogensen.

Mogensen además, según publica Fréttabladid, el periódico islandés, contrataría al mismo personal con el que consiguió hundir Wow. Mogensen ha preparado una presentación con los elementos atractivos de su proyecto, y donde afirma que han aprendido de los errores del pasado. Y entre esos errores está no haber sido totalmente fiel al modelo low-cost.

Inicialmente, la nueva aerolínea usará aviones en régimen de wet-lease (con tripulación también alquilada), y estos aviones podrían ser de Norwegian.

En dos meses la nueva aerolínea ya operaría en trece destinos de Europa y de Estados Unidos (respectivamente diez y tres). Y para la primavera de 2020 ya tendría siete aviones y en 2021, diez.

La prensa islandesa duda de que el proyecto pueda conseguir inversores. Desde luego, hasta ahora parece que así como Mogensen dice haber aprendido, los inversores también han aprendido a medir bien donde invertir. Desde luego, los que son acreedores de los 300 millones de dólares que dejó a deber Wow no estarán inclinados a suscribir las acciones.