Se acentúa la incertidumbre en el sector turÃstico español, en especial para los destinos vacacionales, que suponen tres cuartas partes de la industria en España. Y los factores externos e internos que avivan estas dudas amenazan con dejarse sentir ya desde esta misma temporada alta, pero sobre todo en la del año que viene. Un clima de cautela con visos de deslucir la presentación en unos dÃas del Plan Integral de Turismo.
A dÃa de hoy, quizás todas las miradas estén puestas en las huelgas convocadas o por convocar en pleno agosto a lo largo de los destinos punteros del paÃs. Desde Málaga a Alicante, pasando por Canarias y Baleares. Y como adelanto, este lunes los sindicatos en Tenerife han movilizado a sus delegados para que vayan a la puerta de los hoteles a detener a los turistas para explicarles los motivos de su protesta. En definitiva, el ambiente menos atractivo para Tui, Thomas Cook, y el resto de grandes touroperadores.
Y al mismo tiempo, nuestros paÃses competidores dando cada vez más sÃntomas de recuperación. Túnez, por ejemplo, ya ha visto aumentada su cifra de británicos un 34 por ciento en mayo, y una importante agencia inglesa anunciaba que las reservas a ese paÃs magrebà y a Egipto habÃan aumentado un 84 por ciento en lo que iba de año, mientras en abril, en España pernoctaban un 10 por ciento menos interanual de alemanes, y un 7 por ciento menos de británicos, dos mercados que suponen el 45 por ciento del total. Un serio golpe a las pretensiones de alargar la temporada.
Otro varapalo con impacto inmediato ha sido, como era obvio, el del desproporcionado aumento de las tasas aéreas fijado por España. La patronal de las aerolÃneas que operan en España cifra en 97.000 la caÃda de operaciones de vuelo en los aeropuertos españoles para esta temporada alta. Cierto que en este desplome tiene que ver una demanda menguante, pero no se puede descartar el efecto de un alza de tasas a tales magnitudes.
Donde la demanda sà tiene las peores perspectivas es la del consumidor español. Se resentirá la costa peninsular, pero también, y en mayor medida, las agencias de viajes, pendientes como nunca de la âúltima horaâ. Y aunque al final el número de españoles que se vaya de vacaciones no varÃe en gran medida en cuanto a volumen, sà que tiene visos de cambiar en su forma de hacerlo, optando en más proporción por buscar chollos por Internet, encontrar transporte privado, y, en definitiva, marginando al paquete vacacional español que ofrecen las minoristas.
En lo que va de año, la caÃda de la touroperación ya acumula descensos próximos al 30 por ciento, como ha venido publicando preferente.com. Para los hoteles, Gabriel Escarrer, consejero delegado de Meliá, prevé que el cliente español baje entre un 10 y un 20 por ciento respecto a 2011 para esta temporada alta, y que turistas británicos y alemanes repitan comportamiento, socorriendo a los principales destinos peninsulares, tal cual recogió la revista Preferente en su edición de mayo.
âEl sector sigue viviendo del espejismo de los conflictos del norte de Ãfrica. Vivimos con un cliente prestadoâ, señala Escarrer en la creencia de que debe aprovechar para fidelizarlo, publica El PaÃs. El consejero delegado de la primera hotelera española se queja de la subida de las tasas aéreas y de la incertidumbre que pesa sobre el IVA. Pese a ello, recuerda que los hoteles urbanos están en una situación mucho peor que la de los turÃsticos.
En este contexto va a ver la luz el Plan Integral de Turismo. España partÃa hace unos meses, durante la pasada Fitur, con elevado optimismo, basado en la muy buena venta anticipada, y un esperado estancamiento de los destinos competidores de la cuenca mediterránea. Pero la herencia oculta del socialismo, y la tardanza de Rajoy en aplicar reformas, han dejado en un aprieto también a la primera industria del paÃs. Un halo de optimismo puede venir del proyecto que han liderado Borrego y Butler, quienes además de talento han tenido a bien dar voz al sector privado.Â
Padecemos el tener una clase politica inferior a la empresarial
Al final con tanta huelga, mataremos el destino ESPAÃA.
Más cierres, más paro y más hambre.