La joven activista climática sueca 'antiaviones' de 16 años, Greta Thunberg, ya ha cruzado el Atlántico tras catorce dÃas de viaje en un velero ecológico para participar en una cumbre sobre el clima en Naciones Unidas. Durante estos catorce dÃas, ella y su equipo de navegación encontraron mares agitados en su viaje hacia los Estados Unidos. Todo, por que la joven se negó a volar para evitar las emisiones de gases de un avión.
Sobre las 9.00 de la mañana de este miércoles (las 15.00 de la tarde en España), la adolescente publicaba un tuit en el que anunciaba que habÃa âechado anclas en Coney Island (Nueva York)â, donde está aún pendiente de pasar el control aduanero y de inmigración. âLlegaremos a tierra sobre las 14.45 (a las 20.45 en España), si lo permite la mareaâ, añadÃa (Greta en patera).
Antes, sobre las 4.00 de la madrugada (las 10.00 en España), Thunberg colgaba otra foto en las redes sociales en las que se veÃan las luces de Long Island y Nueva York, celebrando que habÃan avistado â¡Tierra!â. (Los ecologistas proponen eliminar los vuelos de corto recorrido y usar el tren).
La célebre Greta Thunberg se ha convertido ahora en un icono, en un sÃmbolo, cuya realidad pasa por acudir de nuevo a los veleros, después de que el ecologismo demuestre que la contaminación está destruyendo el planeta, siendo irónico que mientras unos viajan en patera porque no tienen dinero para más, los ricos lo hagan para enseñar a cuidar el medio ambiente, después de años de enseñarnos a vivir bien.
La prensa se ha puesto a seguir la expedición y resulta que Boris Hermann, el alemán que dirige el equipo encargado de la navegación hasta Estados Unidos, a través de un portavoz, confesó al diario alemán TAZ que varios de los responsables del velero debÃan volar a Nueva York para traer el barco nuevamente a Europa. Según el periódico, el viaje supondrá mucho más huella que si Greta Thunberg hubiera comprado un billete de avión simplemente.
Los vuelos en avión de los integrantes del equipo para traer el barco nuevamente a Europa se explican porque âel viaje se organizó con muy poco tiempo y como resultado de ello dos personas tienen que ir a Estados Unidos en avión para traer el barco nuevamente a casa. Nosotros sólo tenemos un barco âdijo el director del equipo Malizia, encargado del viajeâ, por lo que no es fácil movernos. Las decisiones para volar a buscar el barco no tienen nada que ver con Gretaâ.
El responsable de toda la operación, Holly Cova, que inicialmente habÃa asegurado que la conferencia de Greta en Nueva York no iba a suponer nada de contaminación, itió finalmente que âes una solución imperfecta porque el mundo no ha encontrado aún una forma de cruzar el océano sin dejar una huella de CO2â.
Desde Nueva York, Greta tiene previsto hacer una serie de viajes para difundir su postura contraria a los aviones comerciales, entre otros a Chile. La pérdida de clientes que no se nota en general pero sà en lugares concretos como Suecia, donde este movimiento denominado flygskam, que literalmente significa âVergüenza de volarâ, ha conseguido por ejemplo que en abril de este año los pasajeros de las aerolÃneas cayeran un 15 por ciento sobre el año pasado (Ofensiva del ecologismo para acorralar a las aerolÃneas).
Esa niña es una pedorra malcriada que deberÃa estra yendo al colegio en lugar de viajar en yate.
No concibo aún como hay gente que escuhas las gilipolleces que dice
¡Vergüenza de Ongetas!