Siete mil personas en Santa Cruz de Tenerife, unas tres mil en Las Palmas, otras tantas en Arrecife, Lanzarote, mientras que en Fuerteventura no se alcanzaron las ochocientas personas y algo menos aún en La Palma. Si damos por buenas las cifras facilitadas a los medios, algo más de doce mil personas han salido a la calle en las cinco islas donde hubo manifestaciones en contra de la masificación turística.
Las protestas tuvieron lugar de forma pacífica, sin incidentes, y habían sido convocadas por el movimiento “Canarias tiene un límite”. Los mensajes de los manifestantes eran del tipo “No queremos más camas turísticas, queremos más camas para vivir” o “El paraíso no es sostenible con este modelo”.
El Daily Express de Londres, en cambio, siguió la noticia “live”, con cuatro reporteros, pero su visión no fue parecida. La noticia decía así: “Más de 130 mil manifestantes furiosos salieron a las calles en contra del turismo”. Esto es aproximadamente diez veces más de manifestantes que en la realidad y, además, “furiosos”, cosa no muy identificable en los medios locales.
El Daily Mail dice, en cambio, que los turistas no salieron de sus habitaciones por miedo. “Docenas de policías armados estaban en las calles mientras los turistas seguían en las habitaciones aterrorizados”, indicaba el periódico de Londres. Para “The I”, los siete mil manifestantes de Santa Cruz son veinte mil. El periódico de Birmingham dice que hubo 123 mil manifestantes, en un ejercicio de precisión incomparable.
De vuelta al mundo real, las manifestaciones se iniciaron a las once de la mañana y duraron hasta poco después de las catorce horas. Tanto los medios canarios como los manifestantes consideran que la acogida ha sido muy buena. En Lanzarote asistió a la manifestación una representación de la Fundación César Manrique.
En Gran Canaria la manifestación discurrió por delante de los hoteles, donde hubo abucheos.
En Tenerife participó la Federación Sindical Canaria, que introdujo un matiz significativo en las reclamaciones porque más que pedir menos turistas, solicita que los ingresos vayan a los trabajadores en proporciones superiores a lo que ocurre en la actualidad. También pidió más impuestos para mejorar los servicios públicos.
Poco veo que se manifiesten contra la invasión de inmigrantes que llega a diario, y que, a su vez, también están en los hoteles, aunque sin pagar un duro, más bien al contrario, pagados por nosotros.
Entiendo tu punto pero la realidad es que, ni todos los inmigrantes sin papeles de las islas consumen los recursos que consume un inmigrante de Europa del Norte/EEUU que se compra una segunda residencia, con la que especula, mientras recibe su salario y paga sus impuestos en su país
Es fascinante ver como los canarios se suicidan en directo. La economía de las islas depende totalmente del turismo, pero los progres y ecologetas subvencionados han decidido cargárselo. En fin, una pena, conozco bien las islas y cada vez apetece menos ir.
Suicidio es acoger más turistas que Brasil. No es sostenible